Del individualismo profesional al colectivismo: un camino de creación del Colegio de Profesionales en Turismo de Entre Ríos

Introducción

La creación del Colegio de Profesionales en Turismo de Entre Ríos, enmarcada en la Ley Provincial N.º 10.808, no solo representa un avance institucional para quienes ejercen la actividad turística, sino también una transformación en la concepción del rol del individuo profesional dentro del entramado social. Este ensayo propone una lectura política-filosófica de ese proceso, articulando los conceptos de individuo expuestos por Jorge Dotti en Pensamiento político moderno y C.B. Macpherson en La teoría política del individualismo posesivo, con el tránsito desde un ejercicio profesional marcado por el aislamiento y la competencia hacia una construcción colectiva de derechos, deberes y representación profesionales en los distintos escenarios y estamentos provinciales y nacionales de turismo. 

1. El individuo profesional: entre la autonomía y la fragilidad

En la tradición moderna del pensamiento político, el individuo se ha constituido como centro de la teoría de los derechos. Dotti señala cómo, desde Hobbes hasta Rousseau, se concibe al individuo como sujeto racional, autónomo, capaz de pactar en el marco de una libertad preexistente al orden social. Este paradigma liberal también permeó las lógicas del trabajo profesional, donde el turismo no fue la excepción. El profesional del turismo —prestador, empleado de jerarquía, guía, consultor o docente— ha sido históricamente concebido como un sujeto autónomo, cuya actividad se regula según su propio mérito, capacidad o inserción de mercado.

Macpherson, sin embargo, advierte los límites de esta concepción. Para él, el “individualismo posesivo” define al individuo moderno como propietario de sí mismo, considerando su libertad como la no interferencia del otro, y su capacidad de actuar como un agente libre en un mercado competitivo. En este marco, “la sociedad no tiene derechos sobre el individuo más allá de la protección de su propiedad”. Así, el profesional del turismo, sin una colegiación que lo agrupe ni lo defienda, se encuentra expuesto a las asimetrías del mercado y a la inestabilidad laboral, en nombre de una falsa libertad basada en la competencia irrestricta.

2. La Ley 10.808 y el paso hacia lo colectivo

La sanción de la Ley Provincial N.º 10.808 en 2020 el 8 de Julio, que crea el Colegio de Profesionales en Turismo de Entre Ríos, marca un hito en la institucionalización del campo profesional. Esta ley reconoce la necesidad de agrupar a los profesionales del turismo y la hotelería bajo una figura colectiva que promueva la ética profesional, la formación continua y la representación gremial, pero también que los proteja frente al Estado y al mercado.

Este paso implica un viraje desde la figura del profesional como sujeto aislado hacia la figura del profesional como miembro de un cuerpo colectivo. En palabras de Dotti, se trata de una “recuperación del lazo político”, ya no pensado desde el contrato originario entre individuos abstractos, sino desde la construcción real de espacios de participación, deliberación y regulación en la vida pública. El Colegio emerge entonces como una forma de “repolitización” del quehacer profesional, recuperando la dimensión social del individuo que Macpherson consideraba oculta por el individualismo posesivo.

3. Del liberalismo competitivo a la ética de lo común

La transformación que propone el Colegio no es solamente administrativa o jurídica. Supone una ética profesional que excede los límites del beneficio personal y busca consolidar principios comunes, como la calidad del servicio turístico, la sustentabilidad, la equidad territorial y el respeto por las culturas locales. Esto representa un desplazamiento hacia lo que podría llamarse un “colectivismo ético”, donde la identidad del profesional no se define solo por lo que posee o vende, sino por lo que construye junto a otros.

Macpherson nos invita a pensar en formas alternativas al liberalismo posesivo, que revaloricen al individuo no como propietario, sino como ser social. El Colegio, como institución colectiva, encarna esa alternativa: un espacio donde el ejercicio profesional se resignifica en comunidad, donde la libertad no se define por la ausencia de vínculos sino por su calidad.

Conclusión

La creación del Colegio de Profesionales en Turismo de Entre Ríos, a través de la Ley 10.808, puede leerse como un punto de inflexión en la trayectoria del profesional del turismo, que va del individualismo competitivo hacia una construcción colectiva. Este tránsito refleja una transformación más profunda en la manera de entender al individuo, sus derechos y sus responsabilidades, en sintonía con las críticas de Dotti al liberalismo abstracto y con la propuesta de Macpherson de superar el individualismo posesivo. Así, lo que parece una formalidad legal es en realidad una apuesta política: la de formar sujetos profesionales conscientes de su potencia colectiva y su papel en la sociedad

Lic. Mariana De Leo 

MP N°007